Plazas Comunitarias ayudan a inmigrantes hispanos de Yakima a completar su educación básica

Graduados del programa Plazas Comunitarias que opera en el Centro Rendu en Kent y Renton. Crédito: Consulado de México en Seattle.

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La edad no es un obstáculo para los inmigrantes hispanos que desean completar su educación básica. Ahora, el Gobierno de México se asoció con organizaciones locales para ofrecer un programa de educación para adultos en Yakima. El programa busca dar a las familias las herramientas para mejorar sus vidas.

Los inmigrantes adultos que hablan español y no han completado la escuela primaria o secundaria en sus países de origen, ahora pueden asistir a la Plaza Comunitaria del Distrito Escolar de West Valley en Yakima.

Minerva Pardo es la coordinadora del programa para inmigrantes del Distrito Escolar de West Valley.

“Ayudamos a aquellos adultos que no tuvieron la oportunidad de terminar la escuela primaria o secundaria a obtener un certificado oficial que diga que han completado esos niveles”, dijo Pardo.

Pardo explicó que los estudiantes reciben materiales de clase que pueden seguir a su propio ritmo y que hay tutores que ayudan a los estudiantes en su proceso de aprendizaje.

Con sus certificados oficiales, los graduados pueden alcanzar otras metas, añadió Pardo.

“Podemos ponerlos en contacto con otra organización que los apoye para que terminen su GED, que es el equivalente a [un] título de bachillerato”, explicó Pardo.

El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) y el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) coordinan el programa. El Consulado de México en Seattle conecta a ambos organismos con escuelas, iglesias, organizaciones sin fines de lucro y otras instituciones que desean ofrecer el programa en el estado de Washington.

Diana Oliveros es la Cónsul de Comunidades del Consulado de México en Seattle. Ella dijo que el programa educativo pretende tener un mayor impacto en la vida de los estudiantes.

“Plaza comunitarias podría ser un activo para que las comunidades logren mejores medios de subsistencia y, en general, el bienestar que pueden proporcionar a sus familias”, dijo Oliveros.

Pardo está de acuerdo y afirmó que el programa es una buena herramienta para prepararse ante los constantes cambios en sectores como la agricultura y el trabajo en bodegas.

“Es realmente importante porque la tecnología y muchos otros avances están sacando a la gente de sus puestos de trabajo”, dijo Pardo. “Están implementando algunos robots y están [usando] tecnología, y la fuerza humana ya no será necesaria”, añadió.

Ayudar a sus hijos con la escuela puede ser otra motivación para que los adultos asistan.

“Oyes de ellos: ‘Caramba, ojalá yo tuviera esos conocimientos. Pero yo no terminé la primaria’, o ‘yo no terminé la secundaria, así que no sé cómo ayudar a mi hijo'”, dijo Pardo.

Pardo afirmó que si los padres están mejor preparados para ayudar a sus hijos, académicamente hablando, los niños también se beneficiarían.

La nacionalidad mexicana no es un requisito para inscribirse en el programa, dijo Oliveros.

“Es muy frecuente tener gente de Guatemala, Honduras, El Salvador, Colombia, asistiendo a clases comunitarias”, dijo Oliveros. “Todos ellos recibirán un certificado de finalización, ya sea de primaria o de secundaria”, puntualizó.

Según Oliveros, los programas de Plazas Comunitarias existen en Estados Unidos desde hace décadas. Hay ocho en el estado, principalmente en el oeste de Washington. Oliveros dijo que el programa no se ha ofrecido en el centro de Washington desde hace unos siete años.

Ampliar cobertura del programa al centro y al este del estado requere más organizaciones dispuestas a ofrecer el programa, dicen los organizadores, que añaden que se necesitan más voluntarios para apoyar a los futuros estudiantes en el proceso de aprendizaje.