¿Se está protegiendo a los trabajadores agrícolas del calor? Esto es lo que ellos dicen

Grape crop
Cultivo de uva. Crédito: Markus Winkler en Unsplash

Lea

El calor puede afectar gravemente a quienes trabajan al aire libre. Por el peligro que supone trabajar con calor extremo, el Departamento de Trabajo e Industrias de Washington, (L&I, por sus siglas en inglés), está elaborando normas permanentes para proteger a estos trabajadores. Por el momento, hay normas de emergencia en vigor hasta septiembre. Sin embargo, los trabajadores agrícolas del centro de Washington tienen opiniones encontradas sobre el cumplimiento de la normativa, mientras que los defensores piden que se aplique con más control.

María Rojas, de Prosser, dice que su empleador se preocupa por los trabajadores.

“Como subiendo la temperatura, lo que es a 85 o a 90 grados, nos paran automáticamente, sea la hora que sea. Siempre hay agua para todas las personas“, comenta Rojas.

Yesenia Ramos, trabajadora agrícola de Benton City, dice lo mismo sobre su lugar de trabajo.

“Donde yo trabajo siguen las normas. Cuando sube la temperatura nos preguntan si nos sentimos bien. Decidimos si queremos quedarnos o si queremos irnos. Si estamos de acuerdo, nos vamos. Lo que no quieren es un accidente”, dice Ramos.

Pero los parientes de Rojas, que trabajan en otro lugar, le dijeron que habían trabajado muchas horas bajo el calor. 

“En el rancho donde trabaja mi papá, la semana pasada subió a 100. Me dijo que se había salido a las 3:30 de trabajar y es demasiado caliente, que se le hacía injusto”, dice Rojas.

La esposa de su padre también trabajo en condiciones similares en Mabton.

“Ella me había comentado que ha estado saliendo 2:30 y 3:30 de la tarde esos días que han estado a más de 100. Normalmente, todos traen agua”, añade Rojas.

Trabajar en los campos bajo altas temperaturas en Washington es complejo, explica Rojas. Ella dice que la intensidad del calor depende del tipo de cultivo en el que están. 

“En la uva, casi no hay sombra. Si anda uno con árboles grandes, por ejemplo, de cerezas  o manzanas, a veces se protege uno más y no se siente directamente el sol como en la cara o en la espalda. Si está a 80, adentro, en lo que es el bloque de hape [lúpulo] se siente sie estuviera a 120”, dice Rojas.

Rojas menciona que otras condiciones, como la humedad, cuando es necesario regar los campos, pueden hacer que el ambiente sea más sofocante para algunos trabajadores.

Ella explica que deben llevar ropa de colores claros y de manga larga, sombreros y cualquier cosa que les permita mantenerse frescos pero al mismo tiempo protegerse del sol.

El año pasado, el calor contribuyó a la muerte de Florencio Gueta Vargas. El trabajador agrícola falleció mientras trabajaba en una granja de lúpulo en Toppenish.

Durante el año 2021, L&I aceptó 84 reclamaciones de compensación de trabajadores por enfermedades relacionadas con el calor. Según un informe (enlace en inglés), 34 de ellas ocurrieron entre el 26 y el 30 de junio, cuando Washington experimentó temperaturas extremas.

Seguir las normas de emergencia puede salvar vidas, dijo un mayordomo de un rancho en Prosser, que no quiso ser grabado. 

El mayordomo dijo que su empleador sigue las normas, pero que algunos trabajadores se enfadan cuando tienen que dejar de trabajar a causa del calor. Quieren trabajar más horas. 

Muchos trabajadores agrícolas cobran por hora. 

Rojas dice que cuando no pueden trabajar por el calor extremo lo ven en su cheque semanal. 

“Normalmente hacemos siete horas y media. Si nos vamos antes por el calor, que son cinco o seis horas, eso es lo que nos pagan”, comenta Rojas. 

La directora de Basebuilding del Centro de Trabajo Justo (Fair Work Center) en Yakima, Adriana Cruz, dice que ha recibido quejas. 

“Hemos recibido constantes llamadas de los trabajadores por el calor. Hace dos semanas tuve más de 10 trabajadores que son locales e indocumentados que me hablaron de malos tratos”, dice Cruz.

El equipo del Centro de Trabajo Justo realiza actividades de divulgación repartiendo agua y material sobre la exposición al calor. También tienen programas educativos para informar a los trabajadores sobre sus derechos.

Otras organizaciones, como el Centro de Seguridad y Salud Agrícola del Noroeste del Pacífico de la Universidad de Washington (PNASH, por sus siglas en inglés), realizan cursos de formación y tienen guías y recursos sobre la prevención de las enfermedades causadas por el calor disponibles en inglés y español.

Heat illness signs_Spanish

Material educativo sobre enfermedades por el calor publicado por PNASH. Crédito: Captura de pantalla del stitio web de PNASH.

Adriana Cruz añade que tener las normas de protección del calor es positivo, pero hay que hacerlas cumplir.

“No se está dando un enfoque global en cuanto a su análisis. Tenemos la esperanza de que esta nueva iteración de la normativa sea más afirmativa. Y que deje claro cuáles son las obligaciones de los empleadores, de modo que garanticemos que todos los trabajadores, independientemente de su estatus, tengan un lugar de trabajo seguro, especialmente ahora, durante el calor”, dice Cruz.

Desde el año pasado, L&D está trabajando en la norma permanente (enlace en inglés) sobre el calor en exteriores, tras recibir una solicitud de reglamentación en junio de 2021.

La norma, que está actualmente en discusión, incluiría requisitos específicos sobre programas de prevención, ciclos de trabajo y descanso y observación cercana de los trabajadores. La normativa también menciona los planes de respuesta de emergencia cuando los trabajadores muestren signos de golpe de calor.

El director ejecutivo de la Liga de Cultivadores de Washington (Washington Growers League, en inglés), Mike Gempler, afirma que para cumplir con las nuevas normas de emergencia y permanentes es fundamental prestar atención.

“Es necesario que los supervisores y los jefes de cuadrilla se aseguren de que saben lo que están experimentando sus cuadrillas, porque lo que no se quiere es que alguien intente aguantar y acabe sufriendo un golpe de calor”, dice Gempler.

Gempler también dice que los trabajadores del campo deben informar si el empleador no está siguiendo las reglas, incluso si tienen miedo de las represalias.

“Realmente es la única manera de hacerlo. Y tengo confianza en que el Departamento de Trabajo e Industrias va a hacer un seguimiento y, si alguien presenta una queja ante el Departamento contra un empleador, van a asegurarse de que el empleado sea tratado correctamente y no haya represalias”, añade Gempler.

Gempler dice que tanto L&I como el Departamento de Seguridad Laboral, realizan actividades de divulgación y salen al campo para hablar con los trabajadores agrícolas. Cree que la gente ahora tiene más opciones.

L&I busca comentarios para dar forma a la regla permanente de calor al aire libre. Las presentaciones, así como la información sobre cómo asistir a las reuniones virtuales están disponibles en el sitio web de L&I. La próxima reunión será el 31 de agosto y tendrá servicio de interpretación en español.