Trabajadores agrícolas no siempre notan cambios en su salud mental

Farmworkers in a field
Trabajadores en un campo. (Crédito: Tim Mossholder vía Unsplash.)

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Los trabajadores del campo se encuentran entre los más afectados por el estrés y la ansiedad. Investigadores y proveedores de salud afirman que la pandemia aumentó las dificultades económicas y las presiones laborales. Sin embargo, los trabajadores agrícolas no siempre son conscientes de que su trabajo puede afectar a su salud mental. 

Cuando los investigadores preguntan a los trabajadores agrícolas si se sienten estresados o ansiosos, ellos suelen responder que no, afirma Elena Austin, investigadora del Centro de Salud y Seguridad Agrícola del Pacífico Noroeste de la Universidad de Washington (PNASH, por sus siglas en inglés). Austin forma parte del proyecto Estrés y Ansiedad en los Trabajadores Agrícolas Latinos (strAW, por sus siglas en inglés).

“Muchas veces la salud mental y la ansiedad se expresan como síntomas físicos. Por ejemplo, tensión en el cuello, dolores musculares, dificultad para dormir”, explicó Austin.

StrAW explora el impacto de las condiciones laborales en la salud mental de los trabajadores agrícolas del estado de Washington, explicó Austin.

“Estamos ampliando la red para preguntar con más detalle sobre sus experiencias en el lugar de trabajo, su acceso en el lugar de trabajo a los recursos que pueden hacerlos físicamente más seguros, así como más seguros psicológicamente”, dijo Austin.

Las exigencias físicas del trabajo, la presión laboral, la falta de seguro médico y no tener un contrato pueden hacer que los trabajadores agrícolas se sientan estresados todo el tiempo, dijo la Promotora de Comunidad a Comunidad Lucy Madrigal.

El Dr. Phillip Hawley es el director de los Servicios de Salud Conductual en Atención Primaria de la Clínica de Campesinos del Valle de Yakima. Hawley dijo que la pandemia y otros factores también amplificaron los problemas de salud mental. 

“Hemos visto que el estrés realmente se acumula en todos los ámbitos. Tenemos familias que ya están al borde de no tener suficiente dinero”, dijo Hawley. “A veces las primeras cosas que salen del presupuesto son las cosas divertidas, y eso realmente puede conducir a que nuestro estrés se acumule y puede conducir a otros problemas también”.

Según un informe del Instituto de Estudios Rurales de California, llamado “COVID-19 Farmworker Study (COFS)“, los costos de la atención médica, la pérdida de salario y el miedo a perder el trabajo son los principales factores que impiden a los trabajadores agrícolas buscar atención médica en el estado de Washington.

El informe del COFS muestra, además, que no disponer de días de enfermedad en el trabajo y el miedo a las autoridades gubernamentales pueden ser otras barreras, aunque menos frecuentes, para buscar atención médica.

Hawley dijo que, en el centro de Washington, la necesidad de atender la salud mental sigue siendo tremendamente alta.

“En realidad vimos un poco más de 9.000 personas en 2022, y eso resultó en un poco más de 14.000 visitas”, dijo Hawley.

Pero el acceso a estos servicios en Washington Central es limitado, agregó Hawley.

“Estamos viendo que muchas personas vienen a las clínicas de atención primaria para comenzar a tener estas conversaciones mientras intentan conectarse con otros servicios. En algunos casos, no tienen acceso a ellos, ya sea por cuestiones de seguro o por barreras financieras o de transporte,” mencionó.

Hawley dijo que las personas hispanas o latinas y nativo americanas de todas las edades son, por lo general, las más afectadas. Pero debido a la cultura de muchas de estas comunidades, es más común ver a adultos que buscan ayuda para sus hijos y no para ellos mismos.

“Muchas veces vemos a niños que acuden cuando experimentan síntomas de depresión o ansiedad. A veces los adultos no están listos para tener esas conversaciones sobre sí mismos, o quieren dar prioridad a la ayuda de sus hijos antes de empezar a pensar en su propia salud”, dijo Hawley.

Según el Centro de Salud Latina de la UW, el 38% de los adultos hispanos o latinos declaran tener una deficiente salud mental.