Grupos de Yakima ayudan a más mujeres a convertirse en abogadas

Women of Color Legal Education Fund
Las mujeres que representan diferentes grupos étnico-raciales de Yakima recibieron 19 becas para ayudarlas a continuar su formación jurídica. Foto: Pataathla Sutterlict.

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Más mujeres étnica y racialmente diversas quieren ser abogadas en el Valle de Yakima. Pero para diversificar el sistema legal del condado, se necesita hacer más para romper las barreras económicas y educativas.

Bree Black Horse recuerda la primera vez que entró en el Tribunal Superior de Yakima en 2019.

“Era la única abogada de color en la sala y una de las pocas mujeres. Y eso fue muy molesto, fue impactante y pensé que teníamos que cambiar eso”, dijo Black Horse.

Black Horse es presidenta electa de Mujeres Abogadas de Washington Capítulo Yakima. La organización se unió con The Share Fund y con la Fundación Comunitaria del Valle de Yakima (Yakima Valley Community Foundation) para conceder 19 becas a mujeres que representan diferentes grupos étnico-raciales para que continúen su formación jurídica.

La iniciativa forma parte de los esfuerzos por aumentar la diversidad en el sistema jurídico.

Por ahora, los datos nacionales y estatales muestran que el índice de diversidad en la profesión legal aun es bajo.

Un informe del Colegio de Abogados de Estados Unidos señala que los hispanos representan casi el seis por ciento de los abogados de todo el país, mientras que los abogados afro estadounidenses son menos del cinco por ciento. Además, los abogados que se identifican como multirraciales representan el 2,7 por ciento, y sólo el 0,5 por ciento de los abogados son nativos americanos.

Los datos del Colegio de Abogados del Estado de Washington muestran que sólo el 19% de sus miembros en todo el estado pertenecen a grupos racial y étnicamente diversos.

Un informe de la Oficina Administrativa de los Tribunales del Estado de Washington sobre cómo el género y la raza afectan a la justicia dice que las mujeres, en particular afro estadounidenses, indígenas y de otras etnias, siguen enfrentándose a prejuicios y disparidades salariales en la profesión legal. También hay poca representación en las posiciones de liderazgo judicial y en los bufetes de abogados.

María Rivera es asistente legal en un bufete local de Union Gap y recibió una de las becas entregadas por Mujeres Abogadas de Washington Capítulo Yakima.

Rivera dijo que “es importante tener un abogado que entienda de dónde vienes. Cuando eres de tu propia gente y los ves, como que tienes más confianza para estar con ellos y abrirte un poco más de lo que lo harías con otro abogado.”

La jueza asociada del Tribunal Tribal de la Nación Yakama, Mary Wahpat, también recibió una beca. Wahpat espera ayudar más allá de su comunidad nativo-americana.

“Todos estamos expuestos al mismo tipo de elementos, ya sea relacionados con el clima, el trabajo o la familia. Y si somos capaces de apoyarnos unos a otros a lo largo del camino, eso hace que el beneficio sea mayor a largo plazo”, dijo Wahpat.

Pero el apoyo financiero es sólo una forma de hacer más diverso el sistema legal.

La primera jueza latina del Tribunal Superior del condado de Yakima, Sonia Rodríguez-True, dijo que también se necesitan más programas de derecho.

“No hay absolutamente ninguna razón por la que no debamos tener un programa local de derecho para que sea aún más factible para todas ustedes realizar su sueño de convertirse en abogadas. Esa es la barrera que tenemos que eliminar”, dijo la jueza Rodríguez-True.

El Colegio de Abogados de Washington calcula que, entre sus miembros, hay unos 441 abogados en el condado de Yakima. La asociación no especifica cuantas son mujeres ni segmenta sus datos por etnia o raza.